A juzgar por lo rápido que se agotaron las 400 plazas, nadie se quiso perder esta cita ineludible en la temporada de triatlón en Euskadi: el IX Triatlón de Getxo - Memorial Agustín Ugarte. Para llegar al bocinazo de salida tuvieron que pasar muchas cosas que merecen una crónica aparte pero que trataremos de resumir a continuación. Hace ya muchos meses, los organizadores de esta prueba decidieron que la novena edición debía ser algo especial, que había que dar un salto de calidad y aspirar a convertir nuestro triatlón en una referencia dentro del circuito.
El primero objetivo era crear expectación y para ello trabajamos duro durante los meses previos: Ruedas de prensa, redes sociales, publicidad en el metro de Bilbao, hasta nuestra propia línea de ropa de calle con un logotipo que con cuatro sencillos trazos ha sido capaz de sintetizar la unión entre Getxo y el triatlón. Porque detrás de esta reinvención del Memorial hay también un ambicioso proyecto, conseguir que todo el pueblo se vuelque con la prueba, como ocurre en Zarautz.
Antes de la salida, con los 314 triatletas masculinos que iban a tomar la salida mirando al mar en un respetuoso silencio, nuestro polifacético compañero Aitzol Garitaonaindia bailó el aurresku al compás de un melancólico txistu, en honor a Agus, compañero fallecido en 2013. Como todos los años, esta va por ti, amigo. Egurre, Agus!
Las aguas del Abra, contagiadas de la solemnidad del momento, recibieron a los triatletas con una superficie plana, una piscina infinita propicia para marcar buenos tiempos. Con la bocina de salida, la clásica almadraba de triatletas se alejó hacia la primera de las enormes boyas naranjas que nuestro patrocinador Orca había suministrado. Muy distanciado del resto, Elur Urkola (Saltoki) salió del agua primero, a más de un minuto de Joanes Goitisolo, uno de los grandes favoritos para el oro. Mucho nivel también en la prueba femenina, con un grupo de cabeza destacado del resto en el que estaban muchas de las favoritas: Alba Linares (BilbaoTri), Eneritz Urrutia (Peñota), Maialen Azpiazu (Peñota), Larraitz Torrontegui (Ondarruko) y la veterana Joana Osa (Peñota).
Los triatletas se dirigieron a los boxes ubicados en Punta Begoña, con el respetable admirando las flamantes bicicletas de contrarreloj (no olvidemos que la prueba se disputa en modalidad olímpica sin drafting), cascos aerodinámicos y demás tecnología con la que estos extraordinarios deportistas intentaron rascar unos segundos al crono. Algún aficionado al ciclismo, al escuchar la voz de nuestro speaker por megafonía, no daba crédito. ¿Es la voz de Antonio Alix, comentarista de las grandes vueltas en Eurosport? En efecto, Antonio, además de triatleta, es amigo del equipo, y el domingo se ha acercó a nuestro municipio a poner su granito de arena por el deporte amateur.
El circuito de bicicleta, pese a algunas inoportunas obras en la carretera de la Ría (que nos van a dejar el asfalto niquelado para la edición de 2026), era rápido e ideal para hacer buenas medias. Tras la icónica e inevitable cuesta de Txomintxu (esto es Euskadi, y no puede haber triatlón sin su rampita de aperitivo), varios kilómetros de llaneo por la Ría y, tras una subida corta y tendida hasta el alto de Akarlanda, descenso a tumba abierta desde la UPV para volver a la Ría y completar una segunda vuelta. Los Peñota, con permiso de Sergio López (Saltoki), tomaron el control de la carrera, con Pello Osoro y Julen Lopetegui derrochando vatios y distanciando a su compañero Joanes Goitisolo, vencedor de la prueba en 2024. La presencia de triatletas de prestigio en ambas categorías produjo un efecto llamada y nos permitió disfrutar del mejor elenco competitivo visto esta temporada en el circuito vasco.
El municipio de Getxo es un lugar ideal para disputar un triatlón, con la playa de Ereaga protegida de la fuerza del Cantábrico, infinitas posibilidades para rodar en bicicleta y un paseo marítimo precioso donde culminar los 10 kilómetros de carrera a pie, con un circuito a dos vueltas que permitió a los acompañantes animar a sus familiares y amigos durante toda la carrera. En la meta del Puerto Viejo se congregó una multitud para ver cómo acababa el duelo entre los mejores.
En chicos, el primero en colgarse el pañuelo de arrantzale (detallazo muy apreciado por los participantes) fue Pello Osoro, al que fue imposible dar caza. Por detrás, un sprint final por la plata que cayó del lado de Lopetegui, perseguido por un Joanes Goitisolo que venía algo justo por culpa de un virus, pero que puso toda la carne en el asador, desplomándose al entrar en meta. Los Peñota sacaron las redes de arrastre y se llevaron la parte del león de los trofeos (y qué trofeos, impresionantes).
En chicas, final emocionantísimo, con Eneritz Urrutia (Peñota) remontando en la carrera a pie, perseguida por Andrea Mediero (independiente, tomen nota), a la que le faltaron unos pocos metros para alcanzar el oro. Tercera fue Maialen Azpiazu (Peñota), que voló en la bicicleta pero no pudo aguantar el ritmo en la carrera a pie, y acabó tercera a escasos segundos de Mediero.
El primer objetivo de esta IX edición era lograr que el Triatlón de Getxo se convirtiera un evento de referencia para triatletas y público local. Objetivo superado con creces, a juzgar por el ambientazo que hubo y el reconocimiento de los atletas venidos de toda Euskadi y de otras regiones. Desde la novedosa bolsa del corredor, pasando por la guía del triatleta, los voluntarios en los cruces, boxes, avituallamientos y por supuesto un recorrido precioso y rápido, muchos tomaron nota y apuntaron esta cita como fija para el año que viene. Entre las críticas de 5 estrellas destaca una hiperbólica de un veterano de pruebas de la franquicia Ironman, que afirmó que la nuestra está a ese nivel, o incluso superior. Todo el mundo muy contento al terminar y no puede ser de otra manera ya que el post-meta era sin lugar a dudas el mejor de todo el circuito, con cuidada selección de viandas y unas duchas portátiles que fueron también muy valoradas. Habrá tiempo para analizarlo, pero la verdad es que al final salió todo perfecto.
Terminamos con Marta Madariaga, la última atleta en entrar en meta, a la que los jueces - con muy buen criterio - dejaron terminar pasado el tiempo de corte. Qué mejor final para este día grandioso que un homenaje a todos esos finishers, con un pasillo de aplausos a cargo de los voluntarios del Getxotri, y todo el Puerto Viejo puesto en pie para cerrar un día grandioso.
Todavía en caliente, las incombustibles y calenturientas mentes de nuestro equipo organizador ya están maquinando con vistas a la décima edición del Memorial.
La cosa promete.